Moscú se compromete a revivir la flota cubana
El Kremlin ha acordado restablecer la aeronavegabilidad de la flota de jets rusos y ucranianos de Cubana y abrir un centro local de mantenimiento y reparación para apoyar a la compañía aérea de bandera cubana. Las partes firmaron el acuerdo durante una visita oficial a La Habana de Yuri Borisov, el viceprimer ministro responsable del complejo militar-industrial de Rusia. «Hemos encontrado una salida adecuada a la[difícil] situación que haría que la flota de los portaaviones cubanos volviera a estar en condiciones de volar», proclamó.
Antes de la firma, especialistas rusos evaluaron el estado de cinco Ilyushin Il-96-300, tres Tupolev Tu-204 y seis Antonov An-158 suministrados a Cubana entre 2005 y 2015. Un plan exhaustivo para volver a ponerlos en funcionamiento especifica la cantidad de trabajo que hay que realizar y las piezas de repuesto que se necesitan. También contiene una lista de acuerdos y contratos técnicos destinados a poner en marcha el proceso. Moscú aporta la mayor parte de la financiación bajo las garantías soberanas de Cuba.

Una atracción clave para establecer un centro local de MRO para realizar la mayor parte del trabajo se centra en la reducción de costos a través de mano de obra cubana barata. Mientras tanto, Moscú y La Habana acordaron un plan para aumentar la eficiencia de la infraestructura cubana hasta 2030.
A principios de este siglo, Cubana instituyó una importante renovación de la flota y abrió muchas nuevas rutas hacia Europa y América Latina utilizando los aviones rusos recién suministrados. Sin embargo, en los últimos cinco años, las cargas financieras del transportista han aumentado, lo que ha dado lugar a una escasez de efectivo. Cubana atravesó momentos difíciles como resultado de las dificultades políticas y económicas en Rusia y Venezuela, las dos vacas de dinero en efectivo de las que dependía el transportista para su expansión. La aerolínea ha tenido dificultades para cumplir con las obligaciones de alquiler de aviones y reembolsar los créditos tomados anteriormente para renovar la infraestructura terrestre, en medio de la disminución de los ingresos tras la quiebra en mayo de 2018 de un Boeing 737-200 que alquiló a Global Air, lo que provocó 112 muertes.

A principios del año pasado, la mayoría de los aviones de fuselaje ancho y estrecho de los transportistas estaban a la espera de los controles C, que Moscú ha aceptado financiar. Por otra parte, los seis jets regionales Antonov An-158 han estado en tierra debido a fallas técnicas y desacuerdos entre la CFI rusa y el fabricante y proveedores clave en Ucrania como resultado del reciente enfriamiento de las relaciones políticas entre Moscú y Kiev.
Fuente: AINonline